lunes, junio 21, 2010

Defloración.

Un entrañable amigo Persa
contó que en el Islam
celebran una noche
llamada
la "Noche de las Noches"
y es allí cuando
las secretas puertas del Cielo
se abren de par en par
y el agua en los cántaros
es más dulce.
Así fue aquella noche
en que tus púberes
aguas llegaron
dulces e impolutas
conjugándose
en las mías
hasta mutar
en libido viscoso
que penetró la dermis,
embriagó los sentidos,
y tatuó el alma y
nos dejó,
dopados de amor.

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