jueves, diciembre 23, 2004

Todos iguales..


Desde el primer soplo de vida, estamos destinados a ella, desde el primer abrazo de nuestra madre nos vamos dirigiendo al abrazo de la muerte.Uno de nuestros mayores miedos es a la muerte, personalmente me encanta la vida y no quiero morir, para seguir disfrutando de las personitas que amo... de la luna... de todas mis pequeñas cosas, pero como es posible defender nuestra vida?

Se cree que la muerte sólo es una transformación de nuestra energía, que el alma no muere, sólo se transforma para seguir su evolución en otra dimensión, también se cree que la muerte te lleva al encuentro con Dios, con la paz y felicidad perfecta y eterna y al encuentro con tus seres queridos.

La muerte es parte de nuestra vida, pero no lo aceptamos, ella es para nosotros como el nacimiento para un bebé, enfrentarnos a lo desconocido...

¿La muerte será terminar una etapa para iniciar otra?
No puedo decidir entre morir o no, lo que si puedo es hacerlo amable. Cuando nuestro cuerpo padezca trastornos como tristeza, coraje, depresión, inestabilidad, enfermedad, detengámonos y analicemos que cambios debemos hacer en nuestra vida, tal vez necesitemos cambiar de actitud, de empleo, de pareja... Si nuestra vida está llena de amargura y resentimiento, la alegría que necesita nuestro corazón para seguir latiendo deja de proveerle fuerza y ya sólo quiere dejar de funcionar.

¡¡¡ No perdamos la alegría de vivir !!!


Decidámonos por vivir una vida en equilibrio, con sentimientos, pensamientos, actitudes y emociones positivas, para tener una muerte serena...

Dulcemente tranquila.

Por otra parte, tengo fe en que la muerte es el inicio de una nueva etapa, necesito creer en ello, creer en que podré entrar a esa nueva dimensión que me permita volver a ver, tocar, escuchar y abrazar a esas personitas que bajaron del tren antes que yo y que cuánto añoro todos y cada uno de los días que vivo, es bueno vivir de una esperanza...

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