miércoles, octubre 11, 2006

Empezando el octabo dia de mi vida, me encuentro con la sorpresa de que algunas letras de mi alma se han marchitado, dejando atrás un sin número de gotas verdes que con el tiempo van pintando el camino que estoy pretendiendo vivir.
Ausentandome de unas cuantas canciones que se van levantando mientras paso, mi cabeza no hace nada más que tapar lo oidos que ya no tienen, los ojos que ya murieron y las esperanzas que pretenden no resucitar jamás.
Espero ya no volver a confiar en la vida que me vio vivir y morir de eso que llamo... recuerdo.

No hay comentarios.: