Vigilia sabor a café

Dentro de las largas horas de esta noche, he dado vueltas en la cama, haciendo lo posible e imposible por dormir, mis pensamientos no han parado de entrelazarse unos con los otros, formando universos que diariamente conozco, universos producto de las millonadas poesías que vuelan sobre mis neuronas cada noche, o simplemente locuras de mi imaginación, es como si nunca parara de caminar, como si cada letra me pide a gritos desesperados sacarlas de mi mente, intentando abandonar esta vigilia que tengo, intentado hasta contar ovejitas moradas, pececitos con guitarras eléctricas, iguanas en olimpiadas mundiales junto a Jefferson y otras tomando café en algún mall, o como verlo a Lalito (mi gato) entablando una seria conversación de cocina, diciéndome: “Los agnellotos están cortados en forma de media luna y los cappellettis tienen forma de sombrero”.
Observo mi cuarto, totalmente oscuro, y no me queda mas jugar con las formas de cada sombra que nace, veo rostros, niños, delfines, y hasta una bruja fea que se ríe de mi, y es mas, empiezo a reírme también intentando acompañar a la pequeña brujita en mi cuarto, al pensar que mi teléfono parece carpintero porque hace ring.
Y nos es más que vea la ventana, y empiece otra vez.
A caso fui una de las tantas leyendas que ahora conocemos, en donde esta la noche? La Luna y las Estrellas? Soy yo acaso un alma de otro planeta? Que pasa conmigo? Por qué no dejo de disparar mis horizontes con paletas de colores que no hacen nada mas que no dejarme dormir!
Ay veces que mi cabeza afronta su necesidad de salir, es ahí cuando mis lienzos rebosan de colores, cuando las pinturas se pierden en los lienzos que encuentro, cuando mis pinceles no dejan de trabajar junto a mis manos, y es también, cuando no importar la hora, empiezo a escribir.
Al parecer es hoy uno de esos días,
Tantos espejismos son, que no hace muchos minutos, salte de mi cama buscando ansiosamente un lápiz y papel, intentando así desahogar mis pensamientos.
Ya es muy tarde y dentro de unas horas empieza el día a día otra vez.
Me levanto de la cama sintiendo la fría baldosa en mis pies descalzos, me dirijo al baño para darme un breve baño junto a la noche que me miraba desde la ventana que estaba junto a mi, se asomaba de vez en cuando una estrella, e imaginaba quien era,
Sintiendo el agua caliente sobre mis hombros, me dio una breve ansiedad de un café, pero me conteste, no, para que, quieres dormir no amanecer sin cerrar tus ojos, es entonces donde los cerré e imagine flotando en una piscina llena de fideos, también imagine cantando frente a millones de personas coreando mi canción, si si, yo se, que tiene que ver todo esto con el baño de agua caliente, es verdad, casi nada pero a la vez todo.
Salgo a la terraza y recuerdo verme con un cigarrillo que se consumía rápidamente por el frió que siempre me abrazaba, hoy, me abrazaba ese frió de siempre, mas frió que el de ayer, pero sin más con ese cigarrillo sabor a recuerdo que alimentaba mis noches.

Escribir es el último recurso que me queda.
Regreso a mi cama, con los pies descalzos, y mi solitaria alma.
Regreso, a mi vida, a mis letras, y a esta pena de no tenerme y temerme sin mí.
Como un día sentí…
Un día sin mí.