jueves, mayo 21, 2009

A proa llena

Con mariposas tristes y calles que no existen nos fuimos a bailar, el paso que no sabias me enseñaste a seguir.
el tiempo te resume en una operación de perfume caro.
Un perfume fino que vino envuelto en gatos dormidos y aviones dispersados de nostálgico.
Coleccionaste sábanas de locuras, de rojos aquellos ratos, juro que no te he encontrado, mas cerca de la misma entrada ni más lejos de otra escapada.
Que miras, o que callas, que te labras en manos que me tienes en ahogo.
Cantinero fugaz, invitame a bailar esa canción que no se bailar.
Esperanza fugada, pesadilla amarilla.
Que haces a esta hora, que pintas o fumas a escondidas.
Solo no huyas, solo no hagas daño, solo no mientas, no corras, no mires.

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