miércoles, septiembre 02, 2009

F u e r a d e m i


Entre el cielo y la tierra ha nacido un día nuevo,
donde soy más plena que el día mismo,
más inmensa, eterna…
Entre este cielo que me toca y esta tierra
que no cesa de fecundarme,
yazgo intacta, como un árbol de mil años,
almidonada en verde, con mi copa en descanso
sembrada en el cielo, mientras el viento la mece.


Entre el cielo y la tierra,
estoy yo, sumida en un silencio
vasto e insondable, como un océano perdido,
quieto como una sombra de ángel,
eterno, como Dios.
Y todo parece irreal, las formas se dilatan
hasta rasguñar el cielo,
los ojos, desaparecen según su esencia,
eternizándose o muriendo en una velada quietud.
La naturaleza toda se engulle así misma
brotando y resurgiendo pletórica en cada suspiro.

.

Entre el cielo y la tierra…

Estamos tu y yo…,
Yo, completa, plena, tan inmensa…
esperando,
esperando la mirada que desentierre mi quietud.


Todos los tiempos se mezclan en líneas cruzadas,
en espacios plenos de materia, negros, tan negros.

Entre el cielo y la tierra

Entre la palabra y el silencio,
se tejen universos completos.
Vida, ¡tanta vida que ciega el entendimiento!,
sólo…, para no ser vista.

(Hay vacíos tan profundos que se tragan el pensamiento,
estan vacíos de plenitud.)

1 comentario:

El Oteador dijo...

un poema como ese, demuestra que el ritmo y la simetria no son siempre necesarios cuando existen herramientas como la sintesis y asociacion para expresar las cualidades mas "esteticas" del lenguaje... Lo celebro, tia... Admirable!!!